Posiblemente, la seña de
identidad más marcada de los tiempos actuales sea la tecnología y su presencia
en muchos ámbitos de la vida que tradicionalmente escapaban a su influencia.
Elementos como el juego, la comunicación con personas apreciadas, el acceso a
la información que nos interesa e, incluso, la formación del concepto de uno
mismo, han encontrado en las tecnologías un soporte que, en alguna medida, las
ha modificado.
La invasión de
la tecnología en espacios que se dedicaban a otros asuntos (problemas con el
sueño o con los estudios por un uso excesivo de la tecnología) y lo oculto de
las situaciones (no hace falta mostrar a la familia la identidad digital, que,
curiosamente, se muestra a miles de personas en Internet), unidos al
vertiginoso cambio que se produce en cuanto a los medios y modas que triunfan
(hoy es un videojuego, mañana es whatsapp, ayer Instagram, al otro será el sexting…) y los peligros de un medio
cuyo alcance no se controla, nos ponen a los padres en una difícil situación.
Es casi imposible seguir el ritmo de adaptación tecnológica, igual de difícil
que pelear por un uso sensato de los aparatos tecnológicos o que calcular
peligros y diferenciarlos de actitudes meramente propias de la adolescencia.
Por eso, hemos preparado un documento para dar a las familias alguna indicación útil. Accede pinchando AQUÍ