AFRONTAR EL COLEGIO EN CASA

Si decimos que estamos experimentando un cambio como no habíamos conocido en los últimos años, probablemente no aportemos nada nuevo. Quedarnos en casa supone un cambio radical en nuestras costumbres y el mundo escolar ha sido uno de los primeros en verse afectado.

Pasar de una escuela presencial a una a distancia no es una tarea sencilla por diferentes razones. Nos vamos a centrar en tres.

En primer lugar, la relación personal es precisamente una de las bases del aprendizaje y a distancia esta relación se ve diluida. En segundo lugar, el quehacer diario de alumnos y familias se ha trastocado notablemente. En tercer lugar, este tipo de aprendizaje requiere de un compromiso y disciplina que no son sencillas a determinadas edades.

Para atenuar las dificultades derivadas del primer aspecto, el centro ha dispuesto diferentes estrategias: clases y sesiones de resolución de dudas online, posibilidad de comunicarse con el profesorado por correo electrónico o por la plataforma IES Fácil. La recomendación a las familias sería doble: que hagan uso de las herramientas de comunicación con el centro siempre que lo consideren y que inviten a sus hijos a que transmitan a los profesores qué tal llevan las tareas, si tienen dudas o si necesitan ayuda. Es importante que los niños entiendan que el profesorado está presente y pendiente de ellos.

En cuanto al segundo aspecto, nos encontramos en muchas casas con dificultades asociadas a que, de pronto, nos hemos visto ocupando un mismo espacio y unos mismos recursos al tiempo. Sin embargo, las necesidades familiares (organizar las comidas, limpieza de la casa, atención a los más pequeños) no han disminuido, lo que puede generar conflictos. En este caso, recomendamos a las familias que hagan un reparto de tareas, que establezcan horarios de uso de los recursos (los ordenadores de casa, por ejemplo) y que, en caso de que esto interfiera en el desarrollo de las tareas que el profesorado encarga, se lo comuniquen al profesorado.

Por último, los alumnos ya saben que no se encuentran de vacaciones, pero necesitan de la organización que hace unas semanas les proporcionaba el colegio. Es prácticamente imposible exigir a los niños que mantengan un horario de 8.00 a 15.00 (o de 9.00 a 17.00), pero sí es posible hacer un horario general que incluya las tareas de casa, las escolares, los ratos de ocio individual o en familia y el uso de redes sociales para comunicar con sus iguales. Las familias no pueden (ni deben) convertirse en profesores particulares ni academias, pero sí pueden ayudar a establecer ese horario general: hora de levantarse, hora de realizar tareas de casa, horas de tareas escolares, etc. Se trata de intentar mantener una cierta organización que ayude a estructurar el día y a resolver las diferentes exigencias de esta nueva situación.

Desde el Departamento de Orientación, por supuesto, brindamos nuestra ayuda para cualquiera de estos aspectos o de otros que vayan surgiendo, al tiempo que aprovechamos para enviar un saludo afectuoso a las familias y los alumnos.

DEPARTAMENTO DE ORIENTACIÓN COLEGIO MB COSSÍO